Análogo

Esa palabra, contrariamente a lo que todos creemos, quiere decir "la versión anterior" o "la otra versión que cumple la misma función". No quiere decir "no digital", sólo se lo usa ahora que ya existe lo digital, para recordar aquello que no era digital antes.

La gente más vieja suele cerrarse a las nuevas versiones que salen de todo, apegándose a las análogas; a las anteriores. "Si ésta andaba perfecto. Por qué me cambian la forma de usar las cosas? Yo no quiero aprender a usar lo nuevo".

Muchas veces se entra en discusión por si realmente el nuevo método es superior, más conveniente, más eficiente, más económico que el anterior o si se trata de una jugada comercial para que los consumidores nos mudemos una vez más de tecnología.

Tal es el caso de las comunicaciones, el soporte para el texto, la televisión, el audio y el video en líneas generales.

Una vez que se logró establecer en el mundo la telefonía en forma masiva, se cambió el método de pulsos a tonos, invirtiendo vaya a saber Dios cuánto dinero para el cambio. Cuando eso estaba "modernizado" en muchos lugares, se pusieron de moda los teléfonos inalámbricos y sus varias evoluciones a mejores versiones. Más tarde, una nueva evolución en las líneas telefónicas, "digitalizándolas", para poder transmitir por las mismas más elementos, no sólo la voz humana. Luego la telefonía celular y también sus varias mutaciones.

La televisión no se queda atrás. Primero la televisión blanco y negro. Muy pronto, la televisión color. Luego el cable, más tarde la televisión satelital. Como las tecnologías seguían avanzando, no nos podíamos quedar estancados con la calidad conocida hasta el momento, ensanchamos nuestras pantallas a otra proporción para adecuarlas mejor al cine, y sacamos la televisión de alta definición.

El audio sufre del mismo mal. Primero el gramófono, que se mejoró al disco de pasta para mutar al conocido disco de vinilo. A su vez se fueron perfeccionando los métodos para la lectura de dichos discos, usando distintos materiales, buscando la mayor fidelidad. Luego el disco de audio digital (Compact Disc - o CD a secas). Actualmente éste es el soporte usado, pero han salido y siguen saliendo varias alternativas que no logran destronarlo (Minidisc, DAT, DCC, HDCD, DVD-Audio, MP3). Tarde o temprano alguno lo va a lograr. Mientras seguiremos con la incertidumbre de si nos conviene seguir invirtiendo nuestro dinero en éste formato o guardarnos para la próxima e inminente mutación del mismo. No debo olvidarme de los cassettes y los "A-Tracks", que en mi opinión ambos fueron un fracaso, y aunque el cassette tuvo su tiempo de apogeo, es fácil demostrar las miles de razones por las que no resultó conveniente su uso.




Y así podría nombrar varias cosas que han cambiado el soporte sobre el cual se las presenta para, supuestamente mejorar la calidad, fidelidad, practicidad y costos para nosotros, los consumidores finales. Porque... ésto es para beneficiarnos a nosotros, no es cierto?

Hasta dónde va a mutar todo? Cuál es el momento para hacer el cambio nosotros? Con tanta mutación, estamos asustados de pegar el salto de tecnología, sintiéndonos amenazados de que está a punto de salir algo completamente revolucionario que va a dejar como una baratija lo que hoy deseamos y vemos como una novedad (que dicho sea de paso, está por encima de la tecnología que poseemos nosotros porque no nos animamos a actualizarnos).

Pero no siempre los que se niegan al cambio son los más viejos. A veces los que no se abren al cambio tienen sus razones muy justificadas para su actitud. No siempre más nuevo equivale a mejor. Quizás en materia de costos de producción sí lo sea, y es por eso que nos lo ofrecen en forma tan tentadora. Pero en todos los aspectos, hay consumidores que se niegan a usar los nuevos métodos y sus opiniones están muy bien fundadas. Las cosas viejas que están bien hechas, están bien hechas y punto. No se pueden discutir. Un Ford Falcon va a ser un auto de fierro por siempre. Que esté tecnológicamente desactualizado es aceptable, pero nadie puede negar que fue (y aún es) un buen producto. Y es así con muchos medios utilizados para audio/video/texto. En video, la practicidad del VHS no se puede comparar con lo que hoy nos ofrece el DVD. Hay formatos de grabación de video y cine muchísimo más fieles que el video digital. Si a fin de cuentas todo en la era digital es comprimir lo que entra en fórma analógica (con algoritmos mas o menos complejos, pero comprimiendo al fin, y "empeorando" la realidad). La máquina de escribir no se "tilda", y es algo más real, más tangible que una computadora. Ni que hablar del lápiz y papel. (Nota al margen para demostrar que más tecnológico no siempre implica mejor: Los americanos invirtieron cientos de millones de dólares para inventar un sistema de bolígrafo en el que se bombeara la tinta de forma especial para que sus astronautas pudieran tomar apuntes en el espacio. Los rusos lo resolvieron dándoles lápices a sus astronautas.)

Aunque debo admitir que me apasionan los avances tecnológicos y soy siempre muy curioso y experimental con ellos, creo que tanto cambio ya nos hace perder el criterio de lo real. ¿Cómo debe sonar tal o cual cosa idealmente? ¿Cuánta distorsión está sufriendo con cada método de reproducción/almacenamiento? Las mismas preguntas podríamos hacernos en referencia al video.

Al fin y al cabo, las cosas viejas que anduvieron bien por décadas (y lo siguen haciendo), siempre nos dan un sentimiento de que eso es lo correcto. Escuchar un disco de vinilo nos da una sensación sonora de naturalidad; ver una película en el cine resulta mucho mas real que verla en DVD o televisión satelital digital; una fotografía impresa en papel (aunque se la vea toda porosa) se siente más tangible que una imágen proyectada en la pantalla de una computadora; escribir una carta importante o con un sentimiento especial, siempre nos sienta mejor si es a puño y letra o en máquina de escribir. Si todas esas cosas se sienten mejor y más naturales, debe ser porque de algún modo son más orgánicas.

¿O es que ya me estoy poniendo viejo y no entiendo ni aprecio tanto lo nuevo como lo que supo sobrevivir tantos años?


Estás escuchando: John Lennon - I'm Losing You

Silencio

"La música es el arte de combinar sonidos y silencios". Me tomo una pausa y hago silencio por un tiempo. Mientras pienso. Ideo nuevas formas de expresar mi mente y vuelvo con más y, posiblemente, mejor contenido.






Hasta pronto.


Estás escuchando: Magic Numbers - Which Way To Happy

Aquellos años felices

Por más que haya dejado de escuchar este tipo de música, cuando accidentalmente lo hago, no dejo de transportarme 10 años atrás, cuando mi vida y la de mis amigos que estaban y siguen estando, eran completamente diferentes.

Nada nos importaba. Y no nos importaba el hecho de estar completamente desinteresados por todo. Estaba bien; era lo que nos correspondía en el momento. Hoy si pienso que algo no me interesa (como el caso de la politica), me asusto y trato de entender el por qué de mi falta de interés y las consecuencias que esto puede traerme. En aquel entonces, muchas otras cosas no me interesaban, y no me interesaba tampoco saber el por qué. No habían preocupaciones de ningún tipo; muy pocas responsabilidades, ningún tipo de compromiso con nadie ni nada. Lo que hacíamos, lo hacíamos porque así nos provocaba en el momento, no porque debieramos hacerlo. Los problemas que nos rodeaban no nos afectaban, o elegíamos no ponerlos por delante de todo lo demás.


Cuando pienso en retrospectiva, me doy cuenta que eso debe ser crecer, aunque yo estoy convencido (equivocado en realidad) de ser todavía un niño. Creo que, en teoría, todavía puedo hacer y actuar exactamente de la misma manera que lo hacía antes. Aunque pensar así es sólo engañarme. Ahora saldría con mi auto propio (por consiguiente sinceramente preocupado si algo le pasara a mi auto que pago con mi plata, no la de mis padres), con mi celular para que la gente me encuentre por si me necesita, con mi plata para cualquier gasto que implique mi salida, y probablemente me haya fijado a mi mismo una hora para volver. Asi que por más que físicamente no esté impedido de subirme a un skate una tarde en una plaza, el cuadro es completamente distinto.

Y me asusta pensar que la diferencia entre el presente y ese pasado es mucho más chica que la diferencia entre el presente y un futuro bastante cercano, en que estemos casados con una mujer, y tengamos hijos; una familia que mantener y, ahí sí, dejar completamente en el olvido algunas "locuras" de juventud. Un padre que tiene la responsabilidad de toda una familia no puede andar tirándose en paracaídas. Sería imprudente de su parte. Prudencia; eso era lo que no teníamos (y no teníamos razón para tenerla tampoco).

Éramos más libres. Y eso es lo que me hace recordar éste tipo de música. Quizás todavía estemos a tiempo de disfrutar algunas de esas cosas, aunque sea con un enfoque diferente al de años pasados.

Estás escuchando: Sublime - Santeria

Porque me dio ganas. ¿Y qué?

Si hay algo que caracteriza a nuestra generación con respecto al consumo de música a diferenciación de las anteriores es la facilidad de recursos para obtener lo que queremos, cuando lo queremos. Y eso trae como consecuencia que al final no terminamos valorando lo que se merece aquel disco que estuvimos buscando en las bateas de las disquerías y preguntando si nos lo podían traer por pedido especial. Esas cosas ya no existen. Si queremos algo, luego de 2 clicks lo tenemos; por mas excéntrico que sea, la globalización hace posible esta maravilla (o no tanto). Y ni que hablar de los costos. Antes hubiéramos pagado una fortuna por aquel "inconseguible". Hoy no estamos dispuestos ni siquiera a pagar el valor de un disco común y corriente por aquel que no se encuentra fácil. "Si lo bajo de Internet con tapa y todo. Sólo me cuesta el valor del CD virgen"
Y es así como sin darnos cuenta, nuestras "discografías" crecen a dimensiones antes ni soñadas. Tenemos cosas que nunca escuchamos y que probablemente nos alcance con el sólo hecho de saber que las tenemos para reconfortarnos y saber que "si alguna vez lo quiero escuchar, ya sé que lo tengo". Y por consiguiente tenemos muchisimas cosas que ni siquiera nos interesan y cosas que a veces hasta insultamos por lo ordinarias que son. Así es como surgen los caprichos musicales, y pasamos de escuchar un disco como obra completa a sólo tomar aquel fragmento que más nos place en el momento. Y esto da lugar a tener una lista de temas a escuchar que pasen sin aviso previo de un jazz complejo a un pop archicomercial y luego a un rock psicodélico, pasando por un track de ambient minimalista. Simplemente porque así sentimos deseo de hacerlo en ese momento.
No digo que la forma clásica de escuchar música haya desaparecido. Claro que seguimos escuchando discos enteros como una obra y claro que de vez en cuando es lindo tener el booklet original del disco y ese "olorcito a nuevo", pero la realidad es que nuestra generación tiende a tener estos "caprichos musicales" sin necesidad de buscarles explicación alguna. "Me dió ganas, lo conseguí y ahora lo escucho. Si no lo quiero, lo borro, y qué? Y si mañana lo quiero de nuevo, lo vuelvo a conseguir" (Todo a costo CERO).
Y hoy, ahora, yo tengo un capricho musical que probablemente no cumpla con absolutamente ningún requisito para ser considerado como "respetable" por mis propios estándares. Y me saco el gusto; sólo porque puedo. Y si mañana no me interesa más poseerlo, me deshago de él. ¿Y qué?

Estás escuchando: Robbie Williams - Kids (feat Kylie Minogue)