¡Bajá el volumen!

Cuántas veces habremos escuchado esa frase mientras escuchabamos música. Y por qué es que escuchabamos (o lo seguimos haciendo) tan fuerte? Será porque nos estabamos quedando sordos como dicen tantas estadísticas? No creo que sea tan así. La verdad es que escuchamos música a altos niveles para sentir mejor la música. ¿Qué quiere decir esto? Cuando ponemos el volumen a un cierto nivel, las ondas de sonido, sobre todo las frecuencias más bajas, pueden ser sentidas por nuestro cuerpo.

Cuando vamos a un concierto y sentimos esa energía que nos transmite, no sólo se trata de la energía del público y de lo "mágico" del show, sino también de lo explicado arriba: que podemos sentir la música en nuestro cuerpo. Que el bajo o el bombo nos peguen en el pecho es una sensación que extrañamente nos agrada y, siempre que podemos (y estamos de humor para eso), tratamos de recrear. Por supuesto que no tenemos (ni podemos recrear) la potencia que experimentamos en un show multitudinario. Con mucho menos que eso nos conformamos. Incluso con ciertos tipos de música no es necesario un excesivo volumen para darnos esa sensación. Y tampoco es que nos gusta hacer eso solamente para música heavy metal o electrónica; a cualquier tipo de música le va bien ese plus de sentirlo además de con el oído, con el tacto.


Extrañamente, la cultura del iPod está cambiando los hábitos de la gente, quedándonos sólamente con la parte negativa que trae aparejada la costumbre de escuchar música a altos niveles. La gente se está lastimando los oídos y no está obteniendo lo que inconscientemente busca al levantar el nivel de volumen de lo que escucha.


Considero que no está mal hacer esto de vez en cuando. Por supuesto que si lo hacemos todo el día de esta forma, voy a tener que darles la razón a las estadísticas. Cuando sintamos la necesidad de absorber mejor lo que nos transmite la música, creo que ayuda mucho sentirla desde otro lado más, enriqueciendo la experiencia.

Estás escuchando: Chemical Brothers - Star Guitar